Dos formas de llegar a la cima del fútbol profesional. Los jugadores de fútbol profesional son personas que han conseguido llegar a la cima del éxito gracias a su esfuerzo, trabajo, disciplina, y por supuesto, a su gran talento.
Tengo el placer de convivir con el coaching deportivo y el fútbol a diario, y conocer a estos jugadores de élite que demuestran sus grandes capacidades mentales para afrontar los entrenamientos y la competición. Pero también es cierto que, en algunos momentos, experimentan una lucha mental que puede acabar incluso con su carrera deportiva.
Pero, ¿por qué unos llegan y otros no?
He observado en infinidad de entrenamientos como muchos de los futbolistas que tienen gran talento empiezan a recibir un trato especial en su familia y en el colegio. Algunos padres incluso llevan la mochila de su hijo “para que no se lesione”. Si a esto se le añade cuando tienen unos años más a los representantes, los fabricantes de prendas deportivas, medios de comunicación, etc. es difícil que el futbolista pueda asimilar de forma correcta todas esas adulaciones y elogios.
Y lo más importante de todo, en vez de formar a una persona que tiene grandes capacidades para jugar al fútbol, en ocasiones, lo que hacemos es fabricar una máquina para ganar con un ego incontrolable. Este ego va a ser su mayor enemigo durante toda su carrera deportiva, e incluso después de su retirada.
Phil Jackson, ex entrenador de la NBA en los Chicago Bulls y los Angeles Lakers, escuchó decir al propietario de uno de sus equipos que los jugadores sólo estaban motivados por dos fuerzas: el miedo o la avaricia. A lo que Phil le respondió que podía ser cierto, pero que él pensaba que la gente también estaba motivada por el amor. Añadió diciendo que:
“Lo que guía a la mayoría de los jugadores no es el dinero ni la adulación, sino su amor por deporte. Ellos viven para los momentos en los que se pueden perder completamente en la acción y experimentar la pura alegría de la competición. Una de las tareas principales del entrenador es volver a despertar ese espíritu para que los jugadores puedan combinarse sin esfuerzo”
Phil Jackson
Yo creo que tanto el propietario del club como Phil Jackson están en lo cierto. El jugador de fútbol puede conseguir grandes resultados y estar motivado por el miedo y la avaricia (ego) o puede obtener grandes logros y estar motivado por el amor (ser). Cuando un futbolista confía en sí mismo, está concentrado y con la mente en calma, su mente y su cuerpo trabajan juntos para conseguir el objetivo, tiene un desempeño espontáneo y busca la victoria liberando toda su energía sin pierde el ánimo ante la derrota, podemos decir que se está guiando por su ser. Dos formas de llegar a la cima del fútbol profesional.
Cada deportista es libre de elegir sus motivaciones, pero hay que saber que cada elección tiene una consecuencia.
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