Hace poco en una clase en la universidad planteé un ejercicio a los alumnos. La tarea consistía, por tríos, en establecer 4 claves profesionales para tener éxito.
Evidentemente después de 15 minutos de reflexión salieron muchas propuestas, ideas y claves, pero encontramos algunas claves profesionales que destacaban sobre el resto.
La primera clave tenía que ver con la formación y el aprendizaje. Para poder ser un gran profesional, sea en el campo que sea, tienes primero que estudiar, formarte, aprender y llevar a la práctica dichos aprendizajes. Se dice que se necesitan 10.000 horas de trabajo para convertirte en un experto en cualquier materia. Suma las horas y comprueba si eres un experto, y si no es así, comprueba las horas que te faltan. Si, además, de dedicarle tiempo sientes pasión por ello, lo vas a tener mucho más fácil ya que no te costará tanto y las horas pasarán volando.
La segunda clave que obtuvimos fue la capacidad de comunicación y saber relacionarse con los demás. Es un punto que muchas veces se olvida, pero yo incido mucho en su importancia. A lo largo de los años que llevo trabajando, he comprobado como compañeros muy valiosos y con grandes competencias han acabado fuera porque no se sabían relacionarse con sus jefes o compañeros. Tenía un jefe que me decía que lo que buscaba en primer lugar era una persona que tuviese un comportamiento ejemplar y que supiera trabajar en equipo. Lo demás, ya lo aprendería poco a poco.
La tercera clave estaba relacionada con los valores personales. Cuando eres trabajador, humilde, buen compañero, generoso, sabes trabajar en equipo, se añade un “plus” que se nota en el día a día y que hace que tu presencia sea además de productiva, agradable. He tenido muchos compañeros y jefes y tengo que decir que la mayoría fueron grandes profesionales, pero a los que recuerdo y les tengo un gran aprecio son aquellas personas que tenían estos valores mencionados anteriormente. Saber que tienes a tu lado un jefe o un compañero que va a sumar y apoyarte en todo momento es un regalo.
Por último, salió una cuarta clave que tenía que ver con la excelencia. Si eres muy bueno en lo tuyo, siempre trabajarás e incluso podrás elegir dónde y las condiciones. Yo siempre digo que si alguien quiere trabajar de “algo” o en una empresa determinada es muy fácil: simplemente tienes que ser el mejor. Siendo el mejor se te abren muchísimas puertas.
Estas fueron las 4 claves profesionales para tener éxito que desarrollamos. Seguro que hay más o se podría cambiar por otras igual de importante. Lo importante es que tengas las tuyas.