ÁNGEL NIETO, DE MITO A LEYENDA
Es triste que tenga que fallecer una persona para que se le reconozcan todos sus logros y valores humanos. Ángel Nieto, fue piloto de motociclismo y campeón del mundo en trece ocasiones (12 + 1, como le gustaba decir a él por superstición) y ha pasado de mito a leyenda.
Ángel comenzó desde cero en el mundo de las motos teniendo que pasar penurias. Primero en Barcelona, donde se presentó ante el dueño de la marca de motos Bultaco y le dijo que él iba a ser piloto y que quería trabajar como mecánico, y más tarde en el extranjero teniendo incluso que dormir donde podía para cumplir su sueño.
Nieto tenía muy claro lo que quería e iba a por ello sin descanso. Un ejemplo fue en la carrera del Gran Premio de España del año 1971, carrera final del campeonato del mundo en el circuito madrileño del Jarama. Llegaba a esa carrera con dos títulos en juego (50 cc. Y 125 cc.). En la primera carrera de 50 cc., Ángel se cayó y perdió el campeonato. Eso no fue lo peor. Con todo el circuito lleno de seguidores, el piloto tenía difícil su participación en la carrera de 125 cc. ya que le querían llevar al hospital para poderle coser todas las heridas sufridas. Ángel Nieto, se negó a irse del circuito y le cosieron sin anestesia en el propio Jarama. Además, se dirigió al público asistente cuando ya se iba a su casa a través de la megafonía diciéndoles que se quedaran porque iba a correr. No contento con participar, fue capaz de ganar la carrera y el campeonato del mundo. Toda una gesta que sería recordada por todos los aficionados al deporte y por el propio deportista.
Muchos logros deportivos como los 13 títulos mundiales o los 90 Grandes Premios conseguido en sus 20 años de carrera le avalan, pero Ángel fue un adelantado a su época. Tenía claro que la televisión era el mejor medio para dar a conocer en su país el motociclismo y no dudó en hablar con el mismo Franco para que le ayudara.
Pero si me tengo que quedar con algo de este piloto de leyenda es con su faceta personal. A Ángel Nieto le quería todo el mundo, era muy buena persona y supo disfrutar de la vida como nadie. Pero además, fue un grandísimo padre que educó y transmitió los valores del deporte y de la vida. Su hijo “Gelete” Nieto dijo tras su muerte: “Ha sido un gran padre, un gran amigo y un gran deportista». Se nos ha ido un mito, pero se queda una leyenda. Descanse en paz.