SELECCIÓN ARGENTINA DE RUGBY (MUNDIAL DE FRANCIA 2007). ¡BUSCA TU IMPOSIBLE!
“Los Pumas” del Mundial de Francia 2007 hicieron algo único hasta ese momento. Consiguieron llegar a las semifinales de un Mundial, que perderían con los “Springboks” sudafricanos, y luego fueron terceros ganando a la anfitriona Francia.
¿Ganaron el Mundial? No. ¿Tuvieron éxito? Sí, muchísimo.
Y tuvieron tanto éxito y fueron tan reconocidos en su país y en todo el mundo porque, sin ser un equipo plagado de estrellas, compitieron de tú a tú con las grandes potencias mundiales del rugby dándolo todo y siendo un verdadero equipo. Como decía su capitán Agustín Pichot, consiguieron algo único en su historia: “sin ser los mejores, a base de sacrificio, trabajo en equipo, soñando que era posible, confiando, dándonos seguridad unos a otros conseguimos la mejor clasificación histórica de Argentina, siendo terceros y venciendo a Francia”…Incluso la retransmisión del clásico del fútbol argentino entre Boca Juniors y River Plate se cambió de hora para que se pudiese ver el Argentina-Escocia de ese Mundial.
Lo que hicieron fue “buscar su imposible” y conseguirlo. “Buscar su imposible” significaba que de poco en poco, de acción en acción se podía llegar a conseguir cosas que hasta ese momento nunca se habían conseguido. Para ello necesitaban analizar de forma autocrítica sus debilidades y fortalezas y convencerse, construyendo una mentalidad ganadora de equipo, que era posible.
Y convirtieron un sueño en realidad porque pusieron compromiso y mucha acción. Tener estrategias, planificarlas y llevarlas a cabo con compromiso ha sido la clave a lo largo de la historia para conseguir resultados extraordinarios. Y los “Pumas” en el Mundial de Francia 2007 es lo que hicieron. Pensaron en “su imposible”, lo hicieron de corazón, con energía, tuvieron confianza, sintieron que se podía y lo consiguieron.
Pichot comenta que al finalizar el Mundial se sintió pleno porque “había conseguido algo único. Sin ser un equipo de estrellas extraordinarias consiguieron algo extraordinario”. Y añade: “al final no te queda nada. Sólo el disfrute de hacer lo que más te gusta por el que tienes al lado, por tu familia, por tu país,…”.