Lo que ha hecho Carlos Alcaraz en Wimbledon en esta edición de 2023 tiene nombre: increíble. Con 20 años se ha proclamado campeón de este Gran Slam sin apenas tener experiencia en la superficie de hierba, en el lugar más emblemático y ante el rival más difícil posible: Novac Djokovic. Pero es increíble para los demás o el resto de los mortales, no para el propio Carlos y su equipo.
Nada más acabar el partido y la entrega de trofeos el propio Alcaraz declaraba que estaba contento por el resultado, pero también porque pensaba que podía ganar a cualquiera y ganar este título y así ha sido. De hecho, cuando tenía 12 años en un video que circula por las redes le preguntaban cuál era su sueño y respondía que ganar Roland Garros y ganar Wimbledon. En este mismo año fue semifinalista en la tierra francesa y ganador en Londres. Ha estado a punto de conseguirlo en el mismo año.
Si hay un deporte donde te aseguran que la final va a ser interesante, divertida e incluso épica, el tenis es una apuesta segura. Los Nadal, Federer, Djokovic, y ahora Carlos Alcaraz, cuando llegan a una final de Grand Slam se dejan la piel y elevan su nivel a cotas que rozan la excelencia.
En esta ocasión Alcaraz y Djokovic no defraudaron en la final. Nole empezó arrasando en el primer set 6-1. Parecía que iba a acabar pronto la final, pero en la segunda manga Carlos ganó contra todo pronóstico en el tie-break a el todopoderoso Djokovic, el tenista que llevaba 23 títulos de Grand Slam, siete veces campeón de Wimbledon, diez años sin perder en la Pista Central y seis años sin caer eliminado. El tercer set nos regaló un tenis espectacular, pero no olvidaremos nunca ese juego de 26 minutos donde ninguno de los dos daba su brazo a torcer y que finalmente cayó del lado del español.
Con 2 sets a 1 para Carlos, nuevamente parecía que cambiaba el rumbo del partido, pero Nole es mucho Nole y empató a 2 sets yendo al quinto y último set, donde Carlos Alcaraz se impuso y demostró un gran aplomo, un estado físico inconmensurable y una fortaleza mental digna de los grandes campeones.
Cuando el jugador que más Grand Slams ha ganado en la historia (23), dice al finalizar el partido: “He perdido contra un jugador que ha sido mejor”, no se puede añadir nada más.
Enhorabuena Carlos Alcaraz por pensar que era posible, por creer hasta conseguirlo, por ser una fuente de inspiración para el resto de personas y por hacerlo con absoluta humidad y disfrutando de ello.