Dinámicas positivas

 

El otro día trabajando con un entrenador profesional, hablábamos de las dinámicas positivas de los equipos. Lo importante que eran y lo difícil que a veces era salir también de una dinámica negativa.

Cuando un jugador tiene un diálogo interno negativo, lo que sucede es que empieza a hablarse mal a sí mismo, empieza a decirse cosas perjudiciales para él, a criticarse y a juzgarse continuamente. Esto hace que aumente su número de errores y que disminuya la concentración.

 

Por tanto, un diálogo interno negativo conlleva el aumento de errores y menor concentración. Al suceder lo anterior, el jugador tiene menos confianza y menos seguridad en él y en su juego. Y esto tiene como consecuencia una bajada del rendimiento y de la autoestima.

 

El ciclo está muy claro: diálogo interno negativo, más errores, menos concentración, menos confianza, menos seguridad, bajada de rendimiento y menos autoestima.

 

La pregunta ahora es: ¿Y cómo se sale de este ciclo negativo?

 

Se pueden trabajar muchas cosas, pero yo recomiendo empezar por dos:

  • La primera es trabajar directamente sobre el diálogo interno negativo. Detectarlo, y saberlo transformar en positivo. Para ello, es necesario tener herramientas que detecten dicho diálogo negativo y poderlo trabajar y sustituir por un diálogo interno positivo.
  • Para mejorar la autoestima, podemos comenzar por cosas tan sencillas como cumplir con tu compromiso y con tu palabra. Si una persona es capaz de hacer algo a lo que se a comprometido, su voz interior le premiará con un diálogo interno positivo. También es importante que el deportista sepa decir que no (sea asertivo) ya que también su voz interior le agradecerá este comportamiento. Por último, generar hábitos positivos. Se dice que una persona que no es capaz de hacer la cama por la mañana va a ser muy difícil que se pueda comprometer a cosas más importantes.

 

Por ende, cuando se cambia el ciclo y este es positivo, todo el proceso cambia. Cuando un deportista tiene un diálogo interno positivo, va a empezar a mejorar su concentración y a disminuir sus fallos en su práctica deportiva. Al suceder lo anterior, el jugador tiene más confianza y seguridad en él mismo y en su juego. Esto hace que el rendimiento aumente, y que su autoestima esté elevada.

 

En resumidas cuentas, cuando el ciclo cambia queda de la siguiente manera: diálogo interno positivo, menos errores, mayor concentración, mayor confianza, mayor seguridad, subida de rendimiento y mayor autoestima.

 

Las dinámicas positivas a veces vienen sin darnos cuenta, pero saber como salir de una negativa o mantener la dinámica positiva es fundamental para aumentar el rendimiento y autoestima.