Desde hace tiempo vengo observando que los técnicos de los deportistas y equipos cada vez tienden más a ser entrenador coach.
Qué quiero decir con esta expresión de entrenador coach. Pues que hasta hace unos años el entrenador únicamente se centraba en la parte más tangible del deportista o del equipo: se centraba en la parte técnica, la parte táctica y estratégica, la parte física y la parte nutricional. Pero la parte mental se olvidaban de ella, la dejaban en segundo plano, o como mucho sabían que era importante pero no tenían herramientas para trabajarla. Pero el entrenador coach integra la parte mental como una parte más que hay que desarrollar cada día y además muchos entrenadores se forman en coaching deportivo para tener más herramientas y habilidades de gestión mental y emocional con el jugador y con el equipo.
Afortunadamente el mundo del entrenamiento mental ha dado un salto cuántico y cada vez más personas, incluidos los entrenadores y los técnicos deportivos se forman o tienen su propio coach deportivo que trabaja con ellos aumentando así el rendimiento del propio entrenador.
La consecuencia de que el entrenador se forme o trabaje con un coach es que beneficia directamente al rendimiento individual de cada deportista y evidentemente, beneficia también al rendimiento del equipo.
Esto responde a una máxima que es: “si quiero liderar a los demás (a mi equipo) tengo que empezar por liderarme a mí mismo”. Es decir, si quiero que mi equipo se desarrolle a nivel mental-emocional, me tengo que desarrollar yo primero. Cuando un entrenador ejerce como un verdadero líder dentro y fuera del campo y es capaz de transmitir a sus jugadores los valores y actitudes más importantes para conseguir las metas, el equipo da un paso definitivo para aumentar el rendimiento y llegar a los objetivos propuestos.
Lo que está claro es que, si el entrenador tiene dudas de sí mismo y de su equipo, si dice una cosa y luego hace otra, si trata a sus jugadores desde el desprecio y con egoísmo, los resultados van a ser desastrosos. E incluso si tuviese algún tipo de “éxito” los jugadores no van a querer estar un minuto más en ese equipo y querrán salir de allí lo más rápidamente posible.
Por tanto, cada vez se tiende más al entrenador coach. Este nuevo perfil de entrenador va a estar mejor preparado para lo que va a tener que gestionar y seguro sabrá afrontar de forma eficaz cada situación positiva y negativa.