Los goles son en el fútbol y otros deportes el objetivo final, el culmen del partido por el que se trabaja. Pero quería hoy incidir en un aspecto que puede haber pasado inadvertido y es cómo se celebran los goles.
Y no me refiero a cómo se celebran en la grada, sino dentro del campo. Creo que de manera global hay dos tipos de celebraciones: las celebraciones individualistas y las celebraciones en equipo.
Las celebraciones individualistas son aquellas que cuando el jugador marca el gol, aparta a sus compañeros que van a felicitarle para ir a una parte del campo o a una cámara a hacer algo que ha prometido. También es cuando se va al público y hace algún gesto indicándose a sí mismo (un gesto egocéntrico que no tiene en cuenta el trabajo de ningún compañero).
Las celebraciones en equipo son totalmente diferentes. Cuando un jugador marca, lo primero que hace es agradecer o reconocer el pase del compañero que le ha asistido o celebra el gol con el resto del equipo. Cuando sucede esto el público se siente parte de la celebración y se alegra de que su equipo lo haga de esta forma.
Recuerdo cuando entrenaba en una cantera de futbol de primera división, que el entrenador el primer día que competimos, incidió mucho en la celebración de los goles. Les dijo: “Chicos, cuando marquemos un gol, quiero que todos los jugadores lo celebren juntos haciendo una piña”. Ese año marcamos más de 200 y todas las celebraciones fueron iguales: haciendo una piña y celebrándolo juntos.
No estoy diciendo que el jugador no pueda mirar a la cámara y dedicárselo a su mujer o a sus hijos. A lo que me estoy refiriendo es que cuando un jugador o jugadora marca un gol, tiene que ser consciente de que detrás de ese gol hay mucho trabajo. Que detrás de ese gol que tú metes, hay compañeros o compañeras que lo han dado todo y han colaborado para que al final tú puedas poner la guinda del pastel. Los goles son un trabajo de equipo. Incluso si anotas un gol de falta o de penalti, probablemente ha sido gracias al trabajo en conjunto de todo el equipo.
Parece una tontería, pero hasta en las celebraciones de los goles se ve cómo es el deportista. Transmitamos esto en las escuelas de fútbol, en los colegios, para que los niños y niñas cultiven valores positivos a través del deporte.