TU JUEGO INTERIOR DETERMINA TU JUEGO EXTERIOR

 

Uno de los aspectos en los que incido con los deportistas y entrenadores de élite con los que trabajo para aumentar su rendimiento deportivo y personal es el diálogo interior. Este diálogo interior en muchas ocasiones no es el apropiado, y el deportista se habla inconscientemente en negativo. Esto conlleva un descenso de su rendimiento ya que además de perder la atención y la calma, pierde más energía de la que debería practicando su deporte.

¿Qué es lo que hay que hacer entonces para mejorar tu diálogo interior?

Tienes que aprender a descubrir cómo es tu diálogo interior, ese que ocurre en tu cabeza, el que hace que en ocasiones pierdas o ganes los partidos. La clave está en descubrir dicho diálogo interior y aprender a dominarlo para que trabaje a tu favor. El objetivo de este “Juego Interior” es integrar tu cuerpo y tu mente para que el rendimiento sea óptimo y además disfrutes de la experiencia.

Como decía Timothy Gallwey en su libro “El Juego Interior del Tenis”: “La mejor forma de acallarla mente no consiste en decirle simplemente que se calle, o en discutir con ella, o en criticarla. Luchar contra la mente es algo que no funciona. Lo que mejor funciona es aprender a concentrarla”.

Lo que tienes que hacer es dominar habilidades y herramientas externas que tienes, para mejorar tu juego exterior, no boicotearte a ti mismo y poder rendir mejor.

Es fundamental poner tu atención en hábitos que por lo normal son obviados y que te juegan una mala pasada en la competición y en la vida cotidiana: la falta de concentración en los momentos clave, el nerviosismo cuando no te salen las cosas, las excesivas críticas a uno mismo y las eternas dudas sobre la valía de uno mismo. Dichos hábitos “negativos” deben integrarse con otros hábitos “positivos” como la concentración relajada, la confianza en uno mismo y la tranquilidad de saber que tu cuerpo y tu mente trabajan juntos para conseguir el objetivo.

Gallwey nos muestra la manera en que él enseña el Juego Interior a los deportistas en 4 etapas:

  • Etapa 1: Observar el comportamiento existente sin juzgarlo y desapegado del resultado.
  • Etapa 2: Visualizar el resultado deseado. Actuar de la forma deseada para lograr el resultado deseado.
  • Etapa 3: “Deja que las cosas sucedan por sí mismas”. “Confía”.
  • Etapa 4: Prestar atención a los resultados con tranquilidad y sin juzgar lleva a un proceso continuo de observación y aprendizaje.

Te invito a que pruebes este método y veas los resultados.

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