Los enemigos de la mente del deportista I
¿Cuáles son los cinco enemigos tan peligrosos para la mente que hacen que los jugadores no disfruten de su deporte e incluso bajen su rendimiento?
Enemigo #1: Identificarme con mis logros
El jugador en muchas ocasiones se identifica únicamente con sus logros. Es muy sencillo: cuando se gana todo está bien y cuando se pierde todo está mal. Cuál es el peligro. El peligro es que se puede ganar pero si no me he esfuerzo lo suficiente y mi desempeño no mejora pagaré las consecuencias a la larga. Cuando lleguen partidos importantes puede que no esté lo suficientemente preparado para conseguir mi objetivo. Hay que sacar lo positivo de la derrota ya que de ella se puede obtener aprendizajes muy valiosos y ser objetivos con la victoria analizando siempre las posibilidades de mejora.
Enemigo #2: La necesidad de ser superior a los demás
El verdadero campeón no trata de ser mejor que su oponente. Lo que pretende es siempre ser lo mejor que puede ser. Si el deportista se centra en su crecimiento tanto personal como profesional estará ganando. Si valoramos a los demás y a nosotros mismos en base al aspecto, a los logros, a las posesiones y otros baremos impuestos por el ego podemos caer en sentimientos tan negativos como el resentimiento o la hostilidad y nos alejaremos de la felicidad.
Enemigo #3: La fama
Cuando hablo con los jugadores más jóvenes de la cantera, en ocasiones, les preguntó: ¿para qué quieres ser futbolista? Y en más de una ocasión me sorprende su respuesta. Me responden que quieren ser futbolistas para “ser famosos”.
La fama no es ni buena ni mala por naturaleza, es neutra. Depende de cómo la utilicemos puede ser beneficiosa o perjudicial para nosotros. Lo que sí es cierto es que si te preocupas demasiado por cómo te perciben los demás, empezarás hacer demasiado caso a esas personas y dejar de ser tú mismo con el peligro que conlleva. Tú no eres lo que los demás dicen de ti. Eres mucho más que eso. Los enemigos de la mente del deportista.
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