MEJOR DESPEDIRSE CON BUEN SABOR DE BOCA
La eliminación de España de la Eurocopa de Francia 2016 nos dejó algo decepcionados después de los dos primeros partidos, que nos auguraban una Eurocopa donde podíamos llegar lejos. Después del gol de Croacia en los últimos minutos y la eliminación por parte de los italianos, la peor noticia fue que dos de las leyendas que nos llevaron a conquistar un Mundial y una Eurocopa, el entrenador Vicente del Bosque y el capitán Iker Casillas, no se habían hablado durante el torneo y además ni se habían despedido.
No voy a entrar a valorar la actuación de ninguno de ellos, ya que entiendo que son humanos y que no son perfectos. Pero sí que me gustaría destacar la rapidez con la que ambos han rectificado. Y como se suele decir: “rectificar es de sabios”.
Ya Vicente del Bosque adelantó que estaba seguro que lo arreglarían y que probablemente sería pronto. Como el propio entrenador comentaba: “probablemente le tendría que haber dado alguna explicación durante el torneo, pero no fue así”. También el guardameta del Oporto, Iker Casillas, podría haber gestionado emocionalmente su suplencia de otra manera, sobre todo según dicen su comportamiento con el cuerpo técnico.
Lo realmente importante es que han zanjado sus diferencias. Alguno opinará que es algo forzado, que realmente se llevan mal. Cada uno puede opinar lo que crea conveniente.
Nos parece un acto de humildad que ambos, a pesar de tener opiniones e intereses diferentes, hayan hecho público su reconciliación, ya no como entrenador-jugador sino como personas. Son personajes públicos y un ejemplo para nuestros jóvenes y menos jóvenes. Cada uno podía haberse ido por su lado y no volverse a hablar. Podrían haber “mirado su ombligo” y echar la culpa al otro.
Pero afortunadamente la despedido ha sido ejemplar. Dos personas con títulos de “Marqués” y “Príncipe de Asturias” debían despedirse de una manera más conciliadora, de una manera diferente a la que habitualmente nos tienen acostumbrados otros personajes públicos. Como el propio Iker decía en las redes sociales, llevan 25 años juntos y aunque habrán tenido sus luces y sus sombras esta historia se merecía acabar bien.
Me alegra pensar que todavía con una llamada de teléfono se pueden arreglar las cosas, que aunque tengas mucho dinero, éxito, etc. eres capaz de tener los pies en la tierra.
Me alegra pensar que todavía en el mundo existen buenas personas con cordura, humildad y humanidad.