Mentalidad ganadora

 

Se suele hablar todos los días en centros de alto rendimiento, clubes o federaciones deportivas, de deportistas que tienen mentalidad ganadora o perdedora. Desde mi punto de vista no es que haya un filtro o una máquina que seleccione a uno u otros. Lo que sí es cierto es que algunos afrontan mejor la competición y gestionan mejor los momentos de presión que otros.

Se dice que hay jugadores de entrenamiento y jugadores de partidos. Tanto unos como otros tienen talento y grandes cualidades. Pero, los primeros cuando llega en momento de la competición se les complica y su rendimiento disminuye. Mientras que, los segundos, en la competición rinden a un gran nivel, incluso mejor que cuando entrenan.

¿Por qué sucede esto?

La explicación puede entenderse en la presión mental a la que se ve sometido el deportista en los momentos de máxima exigencia como puede ser la competición, y la mala gestión de dicha presión por parte del propio deportista.

Cuando un jugador se presiona a sí mismo en exceso y se exigen por encima de sus posibilidades lo que ocurre es que su capacidad de respuesta a la hora de afrontar tomas de decisiones disminuye y esto hace que su rendimiento y sus capacidades disminuyan.

Por tanto, el resultado será peor de lo esperado y por debajo de sus capacidades.

Cuando esto se repite varias veces lo que ocurre es que el deportista se ve amenazado por la propia competición, por la evaluación de las personas externas (entrenadores, compañeros, familiares, público, …), y por el propio estrés mental que provoca la situación. Si al mismo tiempo, el deportista se centra demasiado en el resultado en vez de en el proceso y solo piensa en ganar, el rendimiento es menor todavía y esto hará que entre en un bucle negativo de presión y resultados negativos.

Sin embargo, hay deportistas que les ocurre lo contrario. Cuanto más público hay en las gradas, cuanto más se difícil está el partido y el marcador, y cuanto más se juega, más rinde y es cuando aparecen. Estos deportistas son los que confían en sus posibilidades, los que se centran en el partido y no en el exterior, los que se centran en el proceso y no solo en el resultado y los que disfrutan y fluyen en los momentos clave e importantes de los partidos o competiciones.

La clave probablemente no está en entrenar más física, técnica o tácticamente, sino en conocerse mejor a uno mismo y aprender a gestionar mentalmente estas situaciones para así tener una mentalidad ganadora.