Cuando hablo con un deportista joven que promete, siempre le digo una frase: No te equivoques. Esta frase de “no te equivoques” la digo porque es muy fácil equivocarse cuando eres joven, te va muy bien y todo el mundo te trata ya como una gran estrella deportiva.

Cuando un jugador joven destaca mucho, tiene muchas probabilidades de cometer errores. En primer lugar, porque no tiene experiencia en el deporte profesional y es un mundo muy complejo. Tienes que tener muchas tablas y dominar todo lo que tienes a tu alrededor, para ser lo suficientemente humilde y lo suficientemente estable para no perder la cabeza y confundirte, tanto a nivel profesional como a nivel personal.

Un error frecuente es que el deportista joven cuando llega a la élite se cree que ya lo ha conseguido y no se da cuenta de que acaba casi de empezar. Hay jugadores que llegan al vestuario profesional con unos aires de grandeza que hace que los veteranos le tengan que llamar al orden. No puedes ser un recién llegado a un vestuario, ser joven y creerte el “rey del mambo”. Si eres inteligente, trabajas con humildad y tratas con gran educación a tus compañeros no tendrás problemas.

No te equivoques y céntrate en el proceso, en lo que te ha llevado a donde estás. Seguro que has trabajado muy duro y te has centrado en cada entrenamiento, en cada partido. Por tanto, para qué vas a centrarte ahora en el resultado. Si hasta ahora te ha ido bien centrarte en el proceso, en el día a día, vuélvelo a hacer, pues de esta forma tendrás más cerca tu objetivo.

Muchos jóvenes solo les preocupa ganar y no quieren otra cosa. Viven perdidos en el resultado y se olvidan que lo realmente importante es vivir el presente, disfrutar y centrarse en lo que depende de ellos, que son los resultados de proceso.

También es clave el modelado, es decir, observar cómo lo hacen los que son expertos en ese deporte para luego imitarlo y hacerlo yo mismo. Pero aquí nuevamente no hay que equivocarse. Un jugador joven lo que tiene que imitar no es la ropa cara que lleva el deportista, ni el coche o el neceser. Lo que realmente tiene que modelar es su actitud dentro y fuera del campo. Tiene que imitar su puntualidad, su trabajo diario, su atención a los niños y niñas que van a pedir un autógrafo, etc.

Si eres capaz de hacer lo anterior seguro que no te equivocarás y estarás cerca de tus metas.