Siempre que me pregunta un alumno en la universidad o un deportista por lo primero que hay que hacer en cualquier proyecto, yo les digo: Ponte en camino.
Parece una tontería o que es algo típico, pero es así. Si alguien está en el sofá de su casa y tiene sed, lo más proactivo es levantarse e ir a la cocina a por agua. Es cierto que le puedes pedir a algún familiar que te traiga el vaso con agua, pero ya dependes de otras personas, de su generosidad y de su tiempo. Y aunque es positivo dejarse ayudar, creo que lo que nos va a dar energía y va a fomentar nuestra voluntad y crecimiento es el actuar.
Ponte en camino significa que, si procrastino y lo dejo para luego, mi problema va a ser cada vez mayor. Sé que no apetece de primeras levantarse a por algo, empezar a trabajar, entrenar, etcétera, pero te aseguro que la recompensa y el premio es enorme. Cuando das el primer paso en cualquier cosa de la vida, ya sea personal o profesional, descubres que no era tan complicado o difícil ponerse con ello.
La vida no trata de sentarse y esperar a que se solucionen las cosas. Ponte en camino y verás cómo empiezan a solucionarse. Es cierto que además de actuar es fundamental hacerlo con tranquilidad y calma, sin obsesionarse por el resultado. Tienes que trabajar y sembrar, y los frutos ya los recogerás.
En el deporte sucede todo lo anterior a menudo. Muchos deportistas quieren rendir, ser cada día mejores, evolucionar y conseguir éxitos, pero lo hacen únicamente desde el sofá de su salón. Es decir, no se ponen en marcha. Otros cuando lo consiguen se relajan y después de haber trabajado mucho y muy bien, se creen que lo tienen y dejan de hacer las cosas que hacían antes. Dejan de trabajar y cuando se quieren dar cuenta, están en el punto de partida.
Y hay otro tipo de deportistas. Los buenos, los que ven la vida y el deporte como un viaje, como un camino que hay que recorrer. En este camino habrá dificultades y momentos buenos. Pero únicamente hay un objetivo: ponerse en marcha, avanzar y no parar. Estos deportistas son los que siempre triunfan porque no ven las cosas a corto plazo, no se desaniman ni se vienen abajo cuando pierden o fallan, sino que sigue trabajando cada día más y mejor.
Ponte en camino, disfruta y verás los extraordinarios frutos.