PROPÓSITO DEPORTIVO
Dharma es una palabra sánscrita que significa “ley natural”, “virtud” o “apoyar”. Que curioso que el coaching lo que hace es apoyar a las personas a buscar su felicidad interior y exterior y a encontrar el propósito de sus vidas, el propósito deportivo.
El Dharma es el propósito que hemos venido a cumplir en la vida. Si cumples con esta ley establecerás la paz y felicidad interior y exterior en tu vida.
La ley del Dharma dice que toda persona tiene un propósito en esta vida, un talento especial que tiene que descubrir y desarrollar para servir a los demás. Cuando realizamos esa combinación de don único y servicio a los demás logramos la mayor de las metas.
Se dice que cada uno de nosotros puede hacer en esta vida alguna cosa mejor que el resto de las personas. Y que cuando descubrimos nuestra vocación y la podemos alinear con nuestro trabajo, hemos encontrado el mayor de los tesoros.
En casi todos los procesos de coaching deportivo que llevo a cabo, hago siempre dos preguntas a mis coachees relacionadas con esta ley:
1) ¿A que te dedicarías si no tuvieses que preocuparte del dinero y si tuvieses todo el tiempo del mundo?
La inmensa mayoría de los entrenadores y deportistas afortunadamente me dicen que se dedicarían a su deporte como lo están haciendo. Es una fortuna y un privilegio que una persona pueda dedicarse a lo que más le gusta. No todas las personas en este mundo trabajan en lo que más les gusta y donde pueden desarrollar sus talentos.
2) ¿Cómo puedes servir a los demás?
Con esta pregunta trato de suscitar en el entrenador o el deportista una reflexión: se dedican a algo que se les da bien y les gusta, son unos afortunados. Por lo tanto, la forma de agradecer y devolver al mundo todo lo que les ha dado es ayudando a los demás, preocuparse por el compañero de equipo, por el niño que viene a pedirte ilusionado un autógrafo, por la gente que tienes alrededor. De esta forma cierras el círculo y consigues tu meta final.
Personalmente puedo decir que cuando descubrí mi propósito en la vida y mi propósito deportivo fue como ver la luz, todas las piezas encajaban y tenían sentido. Desde siempre amé el deporte y mi vocación ha sido aprender. Cuando estudiaba mi carrera no sabía muy bien a lo que me dedicaría pero sí tenía claro que tendría que ver con estos dos ingredientes: deporte y educación. Y así empezó todo: entrenar en equipos de fútbol, desarrollar mi tesis doctoral sobre educación y valores a través del fútbol, dar clases en la universidad. Pero cuando descubrí el coaching y su aplicación al deporte vi claramente mi futura profesión: ser coach deportivo, y mi propósito en esta vida: educar y humanizar a través del deporte.
(Del libro Coaching Deportivo: Juega y gana el partido de tu vida dentro y fuera de la cancha).