Qué es el rendimiento deportivo

 

Muchas veces las personas hablan de rendimiento deportivo pero no se concreta específicamente qué es.

Si buscamos la definición de rendimiento en el diccionario nos habla de “la proporción que surge entre los medios empleados para obtener algo y el resultado que se consigue. El beneficio o el provecho que brinda algo o alguien”.

Por tanto estamos hablando de un término de eficiencia, es decir, cuando se utilizan menos recursos para lograr un mismo objetivo. O al contrario, cuando se logran más objetivos con los mismos o menos recursos.

El rendimiento deportivo por tanto está muy relacionado con los logros que se consiguen o que pueden conseguir los deportistas. Y para aumentar el rendimiento deportivo los jugadores deben disponer de sus máximos recursos.

Por tanto, cualquier técnico, entrenador o deportista se centrará en desarrollar las diferentes capacidades del jugador sobre todo en los entrenamientos pero sin olvidar la competición. Pero no solo estamos hablando de las capacidades físicas (resistencia, velocidad, coordinación, fuerza,…), sino que es necesario el desarrollo de otras capacidades: técnicas, tácticas, sin olvidar las capacidades mentales necesarias para conseguir dicho rendimiento deportivo.

Vamos a ver brevemente cómo podríamos trabajar a nivel mental con un deportista para aumentar su rendimiento. Para ello, es fundamental que se tenga talento. ¿Qué es el talento? El talento es la capacidad que las personas ponen en práctica para obtener resultados excepcionales de manera estable en el tiempo, unido al compromiso por la consecución de estos. Según Pilar Jericó, el talento está compuesto por tres variables: las capacidades, el compromiso, y la acción.

Las capacidades tienen que ver con los conocimientos y las habilidades que tienen los jugadores. Por tanto, nos estamos refiriendo a la capacidad de poder aprender. El deportista que es capaz de reinventarse a sí mismo, es humilde y se adapta a los cambios estará en la disposición de poder aprender.

El compromiso tiene que ver con la motivación, es decir con actitud que tienen los jugadores para querer aprender. No hay nada mejor para aumentar el rendimiento que un deportista talentoso con ganas de querer aprender y mejorar.

Para finalizar tenemos las acciones, es decir, lo que se hace para llegar a los resultados. Para ello, es fundamental la rapidez. Y aquí se hace necesario hablar de término de eficacia, es decir, el nivel de consecución de metas u objetivos. La eficacia hace referencia a nuestra capacidad para lograr lo que nos proponemos. Un ejemplo: se es eficaz si te has propuesto recuperar de una lesión en un mes y se logra en ese tiempo, o incluso tardas menos.

Por tanto, parece fácil, pero si no trabajamos cada una de las capacidades anteriores no podremos conseguir un rendimiento deportivo óptimo.