QUÉ ES LO MÁS IMPORTANTE
Hace una semana nos levantábamos con la noticia del trágico accidente del Chapecoense, equipo de fútbol brasileño que volaba a Medellín, Colombia, a disputar la ida de la final de la Copa Sudamericana.
Cuando suceden hechos así, recibimos una bofetada de realidad y nos planteamos qué es lo más importante en nuestra vida.
Estamos todo el día preocupados por cosas que no tienen ninguna importancia: entregar a tiempo un trabajo a nuestro jefe, comprarnos un televisor, recordar cosas negativas del pasado, pensar qué sucederá en el futuro,… En definitiva, estamos pensando constantemente por sucesos que ya no se pueden cambiar porque sucedieron en el pasado, o por acontecimientos que no podemos controlar porque están en el futuro, en vez de aprovechar y disfrutar del momento presente.
Para cualquier aficionado al fútbol, e incluso para este equipo brasileño, ganar o salir campeón parecía que era algo muy importante. Pero cuando la vida nos enseña que simplemente vivir es una victoria, que disfrutar de tu familia o tu profesión es el mayor título que puedes conseguir, tu escala de valores cambia y comienzas a agradecer cada momento que estás sano para seguir aprendiendo y experimentando tu vida.
¿Para qué estamos entonces aquí? Desde mi humilde opinión estamos aquí para poder, como decía antes, aprender y experimentar en la vida, y por otro lado para construir y dejar un mundo mejor.
Dejar un mundo mejor no significa querer cambiarlo todo y luchar contra el sistema. Es más bien cambiar uno interiormente con su actitud y de esta forma ayudar al entorno más cercano con el ejemplo. Que tu familia te vea contento y con ganas de disfrutar de ella es cambiar el mundo, que tus compañeros te vean alegre y motivado por tu trabajo es cambiar el mundo, que ayudes o eches una mano a un desconocido que te lo pide en la calle es cambiar el mundo.
La rutina del día a día, no valorar lo que tenemos, quejarnos constantemente de todo, son malos hábitos que hacen que no podamos ver lo que realmente es lo más importante en nuestras vidas. Tristemente, en muchas ocasiones parece que tenemos que vivir un suceso trágico como este accidente aéreo para pararnos a pensar y valorar las cosas. Sería muy beneficioso para todos nosotros el levantarnos todas las mañanas agradeciendo lo que somos, lo que hacemos y lo que tenemos y aprovechar y disfrutar cada día que vivimos.
Quisiera dar mucho ánimo a todas las familias del Chapecoense, del accidente y del fútbol y D.E.P. a todos los fallecidos.