Rafa Nadal es eterno
A todos los amantes del deporte y seguidores del tenis se nos acaban los adjetivos, pero podríamos decir que Rafa Nadal es eterno.
No porque gane muchos torneos, sino por la forma en que los gana. En este último Roland Garros, nos ha vuelto a emocionar, y él se ha vuelto a emocionar a pesar de llevar décadas ganando títulos.
Hasta el público francés de que llenó la pista Philippe-Chatrier, se rindió al español coreando su nombre y reconociendo su “buen hacer” y sobre todo su actitud ante la vida y el deporte. Si sigue así le tendrán que nacionalizar francés.
Es sorprendente la fuerza de voluntad y la capacidad de recuperación que tiene Rafa. Venía con muchas dudas físicas y no sabía si iba a poder terminar el torneo, y acabó ganándolo con una autoridad pasmosa. Nadal reconoció al final de Roland Garros, que en la actualidad se ve mermado por los problemas físicos que arrastra y que los tiene que contrarrestar con antiinflamatorios para poder soportar los dolores.
Cuando le preguntaron cuál es el secreto del éxito Nadal respondió: “Tienes que suplir cosas que vas dejando por el camino para ir añadiendo otras. La única manera de seguir estando competitivos después de tantos años, yo, como Federer o Djokovic, es gracias a la ilusión y la determinación por seguir estando donde estamos”. Esta ilusión y esta fortaleza mental es lo que le hace diferente al resto.
Y si además es una persona normal, es decir, hace lo que cualquier persona hace en su tiempo libre (salir a pescar, estar con los amigos, disfrutar de la familia), siendo esto para él más importante incluso que el propio tenis o ganar, pues ya nos rendimos a sus pies.
Por eso es capaz de soportar la presión de los halagos, y dice que los agradece. Porque como tiene tanto equilibrio mental, no se “viene arriba”, y cuando recibe una crítica no se hunde. Por eso, cuando deje de jugar al tenis de manera profesional será una persona feliz y no echará de menos los torneos, levantar copas, o ser el foco de atención. Es más, seguro que vivirá mucho más feliz, sabiendo que lo ha dado todo en el tenis y que ahora le toca disfrutar de ello.
Por todo esto y por muchas otras cosas más, Rafa Nadal es eterno y estará siempre en el recuerdo de todos lo que ganaba, pero sobre todo cómo lo ganaba.