El otro día me preguntaron en una entrevista qué era para mí ser competitivo. Me gustó que me lo preguntasen porque existe gente que tiene los conceptos equivocados, no lo tiene claro o lo que le han ensañado no tiene mucho que ver con el concepto en sí.
Mi respuesta a qué era ser competitivo giró en torno a la definición de éxito del mítico entrenador de baloncesto de la Universidad de UCLA, John Wooden. Wooden decía que el éxito era “la paz interior que resulta directamente de la autosatisfacción de saber que has hecho todo lo posible para ser tan bueno como eres capaz”, es decir, el éxito es estar tranquilo, porque lo has dado todo para convertirte en alguien mejor. Y esta definición nos acerca a qué es ser competitivo.
Además, añadí que para ser competitivo en el deporte y en la vida es necesario centrarte en tu trabajo, es decir, en el proceso que te va a llevar a conseguir el resultado óptimo. En muchas ocasiones las personas se obsesionan con el resultado, y únicamente piensan en ganar. Y querer ganar no es malo. Lo malo es preocuparse en exceso de dicho resultado.
Si me centro en mi trabajo, podré alcanzar un gran resultado porque depende de mí. Centrarme en el resultado me lleva al nerviosismo y la angustia porque no lo puedo controlar y no depende de mí al 100%. Por tanto, parece paradójico, pero para obtener un gran resultado es clave no preocuparme de dicho resultado y centrarme en lo que tengo que hacer.
Si quiero ser competitivo en el deporte y en la vida, voy a trabajar para superarme constantemente, no me voy a rendir y voy a aceptar los retos por difíciles y complicados que sean.
Hace poco una deportista con la que trabajo me dijo que estaba muy contenta por todo lo que le venía sucediendo. Me comentaba que estaba feliz porque ahora comprendía cuáles eran las claves del éxito y de ser competitiva. Antes ganaba, pero no sabía exactamente cómo lo había conseguido o por qué había ganado. Ahora tenía claro cuáles eran dichas claves y por qué había ganado. Me dijo algo así: “Lo importante no es ganar, ni el resultado sino hacer lo que tienes que hacer para obtener el resultado y saber cuál es el camino para volver a conseguirlo”.
Me encanta que los deportistas con los que trabajo sean felices y consigan grandes éxitos, pero enorgullezco de que además sepan cómo hacerlo y cuáles son las claves del éxito.