Somos un equipo
Probablemente una de las ideas más difíciles de transmitir en un deporte colectivo es que somos un equipo. Es habitual que cuando hablas con un entrenador o un director deportivo, uno de los mayores problemas es el de integrar en la cabeza de los deportistas la importancia que tiene el equipo para aumentar el rendimiento de este y para la buena convivencia del grupo.
Cuando un niño o una niña entra en un club deportivo a practicar su deporte de equipo (fútbol, baloncesto, voleibol, balonmano, etc.), en las primeras edades vienen con mucha ilusión y con varias ideas muy claras: que quieren hacer amigos y que quieren divertirse. Por tanto, suelen trabajar muy bien en equipo de una forma natural. Pero cuando van creciendo en edad, las preferencias o motivos por los que juegan a su deporte favorito cambian y empiezan a poner por delante ganar y competir antes que otros valores.
Lo anterior, hace que se pierda esa idea de trabajo en equipo, que en los más pequeños sale sola, y que empiecen a ser más individualistas, más egoístas y les cueste tanto hacer algo por el que tienen al lado.
Pero es una gran paradoja. El jugador de un deporte de equipo “necesita” a sus compañeros para mejorar en cada entrenamiento o partido (cuando un compañero se esfuerza y trabaja hace que el nivel aumente y por lo tanto que el otro compañero siga esforzándose para estar a ese nivel). Además, es evidente que un único jugador no puede ganar todos los días los partidos. Se hace necesario el trabajo colectivo para que, de esta manera, todos juntos, sean capaces de conseguir los objetivos. Como decía Michael Jordan: “Un jugador gana partidos, pero solo un equipo es capaz de ganar campeonatos”.
Por tanto, una de las misiones de los técnicos, responsables y familias de los jugadores será el hacerle ver al niño o niña que el trabajo en equipo es pieza fundamental para el crecimiento tanto del propio deportista como del equipo. Y que no solo va a mejorar el jugador deportivamente, sino también personalmente.
Los clubs deportivos cada vez se fijan más en detalles como saber trabajar en equipo, ser buena persona, y en ocasiones, estos factores son los que inclinan la balanza para que un club te fiche o decida prescindir de ti.
Espero que los jóvenes deportistas aprendan el verdadero significado de la palabra equipo y que puedan sentir y decir alguna vez: “somos un equipo”. No hay nada más gratificante que sentirse parte de algo más importante que uno mismo.
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