USAIN BOLT, UN CAMPEÓN QUE SABE PERDER
Hasta hace bien poco no sabíamos que Usain Bolt es un campeón que sabe perder.
Desde que en las Olimpiadas de Rio de Janeiro en 2016 anunció que se retiraría del atletismo profesional en el Mundial de Londres 2017, no habíamos tenido la ocasión de comprobar cómo se comportaría el atleta jamaicano tras una derrota. Únicamente desde el año 2007 fue derrotado “por él mismo” con una salida nula en el mundial de Daegu de 2011, en Corea del Sur que le hizo perder el título mundial de los 100 metros lisos.
En todos los demás eventos importantes (olimpiadas y mundiales) Bolt no falló en ninguna cita: once títulos mundiales y ocho olímpicos.
Pero lo que hace grande a un deportista no son únicamente los títulos y los logros deportivos. Existen también unos valores y una parte personal que hace, desde mi punto de vista, que el deportista sea admirado y además querido.
Y esto es lo que sucedió en el mundial de atletismo de Londres en la final de 100 metros lisos. Usain Bolt, en su última carrera en unos 100 (su prueba fetiche), era el favorito. Christian Coleman y Justin Gatlin eran las dos alternativas a la victoria pero no eran para nada favoritos.
La victoria fue para el “polémico” Gatlin, que había sido sancionado en dos ocasiones por temas de dopaje. En segundo lugar Coleman. Y contra todo pronóstico, Usain Bolt quedó tercero. Hasta aquí todo fue más o menos normal: una carrera, vencedores, vencido.
Lo realmente reseñable, lo que quedará para la historia fue lo que sucedió después de la carrera. Para empezar, los focos no se centraron en el ganador como suele ocurrir siempre, sino en Bolt. Los fotógrafos, la televisión, los espectadores aplaudían y vitoreaban al atleta jamaicano. Gatlin por el contrario pasó desapercibido tras su victoria, que apenas festejó. Ya se encargó el público asistente de recordarle que no era bien recibido y que no era el preferido del público en la presentación de la prueba.
Tras los saludos después de la prueba, Bolt no dudó en ir a felicitar al vencedor y mostrarle su respeto por haberle ganado. Gatlin tuvo un gesto deportivo “arrodillándose” mostrando respeto por Bolt.
Ya en la rueda de prensa Bolt declaró lo siguiente sobre su rival cuando un peridista le preguntó por la relación entre la victoria y el dopaje: «Me parece una falta de respeto lo que acaba de preguntar. Tanto Gatlin, como yo y el joven Coleman, que acaba de llegar y ya hizo una gran temporada, hemos demostrado lo que somos año tras año, trabajando muy duro y consiguiendo resultados”.
Como decía al inicio, Usain Bolt es un campeón que además sabe perder.